Desvelo de madrugada
Estoy escribiendo estas palabras desde la libertad que me da el anonimato y la desesperante necesidad de tener que gritar al Universo mi pesar.
Otra vez me encuentro viviendo "el día de la marmota" y otra vez deseando no haber despertado el día de hoy.
Para muchos la vida es una bendición, un regalo y también un merecimiento, para mi es un conjunto de dolores, decepciones y fracasos que cada vez pesan mas sobre mi pecho: un ahogo constante, asfixia. Es ser un alma en purgatorio eterno esperando dejar de sentir, que todo acabe aquí en un sueño negro, en la nada misma, en quedar dormida y permanecer allí por una eternidad, o mejor aún no permanecer, no ser ni haber sido jamás. Borrar de un plumazo los años, días, horas, segundos transcurridos desde mi nacimiento y no haber llegado nunca a este mundo.
Desde que tengo memoria siento que transcurro la vida como si no tuviera piel, sintiendo todo sin barreras, sin filtro alguno que atempere el ardor, el dolor y la devastación que me dejan las palabras, que no suelen ser para mi mas que dagas que apuñalan constantemente. Las que mas dueles son las que dicen decir "desde el cariño que te quiero", es el preludio de un mosquete que atraviesa el alma por completo. Es el mas artero de todos porque viene de quienes menos esperamos, con quienes bajamos la guardia porque nos sentimos seguros. Que estupidez, que error mortal confiar, y sin embargo sigo cayendo una y otra vez, con diferentes caras pero con la misma hipocresía de quien dice "es por tu bien" y solo es por el suyo, por la cobardía de no asumir decisiones de frente y disfrazarlas para no tener culpa.
Y con cada decepción, desprecio, rechazo disfrazado de un sano consejo, se va desmoronando mi yo, mi ser y quedan solo pedazos, de los pedazos anteriores y como un jarrón que se pegó mil veces es cada vez mas difícil juntarlos y armar: es un jarrón que pierde agua por sus grietas, que se desmorona ante la leve brisa. Así, leve en un mundo denso, inútil, frágil, un despojo que cualquiera ya hubiera tirado a la basura, pero no, se supone que el alma no debe ser descartada qué ironía no se le permite descansar de su cuerpo, de su suplicio y en nombre de no se bien qué tener que permanecer, durar. Mientras que lo que no se ve, que se pregona cuidar tanto, es pisado, escupido, descartado y tirado infinitas veces sin el mínimo de piedad.
Cuanto mas honestos seríamos si nos atreviéramos a sacarnos el disfraz de "buena gente", de "me importa el otro" y los dejáramos libres para partir. Pero no, esta sociedad se resiste a asumir su crueldad, y a la vez la entroniza obligando a seguir estando a quien ya no tiene como y dejarlo a merced de "adultos funcionales" cuya funcionalidad funciona utilizando a otros como medios y objetos para objetivos, metas, logros personales mientras van dejando a su paso un cementerio de almas que penan hasta que su cuerpo diga basta.
Hoy yo siento una gran necesidad de gritar que ya no mas, que ya es demasiado, que ya no tengo mas fuerzas, no tengo mas ganas, no tengo mas armas para seguir. Que ya la esperanza se agotó hace tiempo y quiero parar, sólo eso, parar el dolor que me invalida a pensar, la angustia que me deja sin voz, con apenas la herramienta de mis dedos para emitir un grito silencioso de ayuda al Universo para que diga basta, que a partir de hoy ya no mas, que no habrá otro día de la marmota, que no habrá mañana que por fin cerraré mis ojos y ya no se abrirán, ni despertará mi alma. Y con el deseo ferviente de que ese deseo, sea por fin escuchado
Comentarios
Publicar un comentario